Factores de Riesgo

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta el riesgo de padecer una enfermedad, en este caso el cáncer de piel. Existen factores de riesgo que sí podemos controlar y otros que no podemos, como por ejemplo la edad y el color de la piel, etc.

Estos son los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de padecer melanoma en algún momento de tu vida.

Piel muy blanca

Tener menos pigmento (melanina) en la piel significa que tienes menos protección contra la radiación UV, por lo tanto estás más expuesto al daño causado por los rayos UVA y UVB. Si tienes cabello rubio o pelirrojo, ojos claros y pecas, o te quemas fácilmente con el sol, es más probable que desarrolles un melanoma en comparación a alguien con tez más oscura, sin embargo, tampoco las personas con tez obscura están exentas de tener melanoma.

Antecedentes de quemaduras causadas por el sol.

Una o más quemaduras solares graves con ampollas pueden aumentar el riesgo de padecer melanoma. Según “American Cancer Society”, tener más de 5 quemaduras causadas por el sol, pueden duplicar la probabilidad de padecer esta enfermedad en un futuro.

Camas de bronceado.

Las personas que usan camas de bronceado y lámparas de sol, tienen un mayor riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma.

Exposición al sol o a la luz ultravioleta (UV).

Este es el factor de riesgo principal en el melanoma, la luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. La exposición a la radiación UV, que proviene del sol, de las luces y camas de bronceado, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel o melanoma. Este es uno de los factor de riesgo que sí podemos controlar, en comparación con otros. Aunque los rayos UV representan sólo una pequeña porción de los rayos del sol, son los principales causantes de daño solar en la piel. Los rayos UV dañan el ADN (genes) dentro de las células de la piel. Los cánceres de piel pueden comenzar cuando este daño afecta el ADN de los genes que controlan el crecimiento de las células de la piel. El melanoma en el tronco (pecho y espalda) y las piernas ha sido vinculado a las quemaduras de sol frecuentes (especialmente en la niñez). Cabe aclarar que existen melanomas que no están directamente relacionados con la exposición al sol, como es el caso del melanoma lentiginoso acral y el melanoma de mucosa y ojos.

Vivir más cerca del ecuador o en una mayor altitud.

Las personas que viven más cerca del Ecuador de la Tierra, donde los rayos solares son más directos, experimentan mayores cantidades de rayos UV, por lo tanto, existe más probabilidad de que padezcan melanoma. Además, si vives en una mayor altitud, también estás expuesto a más radiación UV.

Tener muchos lunares o lunares atípicos.

Un lunar (también conocido como nevus o nevo) es un tumor pigmentado benigno (no canceroso). Por lo general, los lunares no están presentes en los bebés al momento de nacer, sino que empiezan a aparecer en la infancia y cuando las personas llegan a ser adultos jóvenes. La presencia de más de 50 lunares en el cuerpo indica un riesgo mayor de padecer melanoma. Además, tener un tipo inusual de lunar o lunar atípico, aumenta el riesgo de padecer la enfermedad. Conocidos médicamente como nevos displásicos, estos tienden a ser más grandes que los lunares normales y tienen bordes irregulares y una mezcla de colores. La mayoría de los lunares displásicos nunca se vuelven cancerosos, y muchos melanomas parecen originarse sin un lunar displásico preexistente.

Síndrome del nevo displásico (síndrome de lunar atípico).

Las personas con esta afección hereditaria tienen muchos lunares displásicos. Si al menos un pariente cercano ha tenido melanoma, esta afección se conoce como síndrome del melanoma de nevo múltiple atípico familiar y síndrome del melanoma, o FAMMM. Las personas con esta afección tienen un riesgo muy alto de por vida de padecer un melanoma, por lo que necesitan exámenes muy minuciosos y regulares de la piel realizados por un dermatólogo.

Antecedentes familiares de melanoma.

Si un familiar cercano o de primer grado, como un padre, una madre, un hijo o un hermano, ha tenido melanoma, también tienes una mayor probabilidad de desarrollar un melanoma. Aproximadamente 10% de todas las personas con melanoma tienen antecedentes familiares de esta enfermedad. El aumento en el riesgo pudiera deberse a que compartieron un estilo de vida de exposición frecuente al sol en la familia, una familia de piel muy blanca, ciertos cambios genéticos (mutaciones) que son más frecuentes en una familia, o una combinación de estos factores.

Antecedente personal de melanoma u otros cánceres de piel.

Una persona que ha padecido melanoma tiene un mayor riesgo de padecer melanoma nuevamente. Las personas que han tenido cáncer de piel de células basales o células escamosas también están en mayor riesgo de padecer melanoma.

Sistema inmune débil.

El sistema inmunológico de una persona ayuda a combatir cualquier tipo de cáncer. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados (debido a ciertas enfermedades o tratamientos médicos) tienen más probabilidades de padecer muchos tipos de cáncer de piel, incluyendo melanoma. Por ejemplo, a las personas que reciben un trasplante de órgano generalmente se les administran medicamentos que debilitan su sistema inmunitario, a fin de ayudar a prevenir que el cuerpo rechace el nuevo órgano, sin embargo, esto puede aumentar el riesgo de padecer melanoma. Las personas infectadas con VIH, el virus que causa el SIDA, a menudo tienen sistemas inmunitarios debilitados y también están en mayor riesgo de padecer melanoma.

Envejecimiento.

El melanoma es más probable que se presente en personas de edad avanzada debido a la acumulada exposición a los rayos UV a lo largo de la vida, sin embargo, el melanoma también afecta a personas más jóvenes. De hecho, el melanoma es uno de los cánceres más comunes en las personas que tienen menos de 30 años de edad.

Algunas otras condiciones.

El xeroderma pigmentoso (XP) es un padecimiento hereditario que afecta la capacidad de las células de la piel de reparar el daño causado a su ADN. Las personas con XP tienen un alto riesgo de melanoma y otros cánceres de piel cuando son jóvenes, especialmente en áreas de la piel que han sido expuestas al sol.

Presentar uno, o incluso muchos de los factores de riesgo anteriores, no significa que usted padecerá melanoma. Muchas personas con factores de riesgo nunca padecen melanoma. Además, algunas personas que llegan a padecer cáncer puede que tengan pocos o que no presenten factores de riesgo conocidos.

Aun así, resulta importante informarse sobre los factores de riesgo para el melanoma, ya que podrían haber medidas que usted puede tomar para reducir el riesgo de padecerlo. Si usted presenta un mayor riesgo debido a ciertos factores, también hay medidas que puede tomar para ayudar a descubrir el cáncer en etapa temprana, cuando es probable que sea más fácil de tratar.